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¿Te has preguntado cómo afectará el convertirse en padres a tu relación de pareja?


Es normal que, cuando pensamos en la llegada de una hija, nuestra mente se llene de todo lo que debemos aprender sobre convertirse padres (en unos buenos, claro). Pero hay algo que solemos olvidar: también es un momento para cuidar y fortalecer la relación de pareja.

Ser mamá o papá es una experiencia transformadora. Y sí, como imaginarás, también transforma profundamente la relación con tu pareja. Lo que no siempre se dice es que, en muchos casos, esa transformación puede ser para mal. ¡Y es súper normal! Piensa en que el estrés, la falta de sueño y las nuevas responsabilidades pueden provocar que pasen factura en la pareja. Sin embargo, esto no tiene por qué ser permanente. Si se toman las precauciones adecuadas y ambos se comprometen a cuidar la relación, estos altibajos pueden ser temporales y hasta fortalecer el vínculo a largo plazo.

Imagínate esto: si tú y tu pareja están conectados, con buena comunicación y apoyo mutuo, es más fácil sobrellevar los momentos difíciles que vienen al convertirse en padres. Pero si la relación se debilita o si no hay una buena comunicación, las tensiones pueden aumentar, y los hijos, aunque no lo digan, lo sienten.

¿Por qué importa tanto cuidar la relación durante esta etapa?

Imagínate esto: si tú y tu pareja están conectados, con buena comunicación y apoyo mutuo, es más fácil sobrellevar los momentos difíciles que vienen con la maternidad o paternidad. Pero si la relación se debilita o si no hay una buena comunicación, las tensiones pueden aumentar, y los hijos, aunque no lo digan, lo sienten.

¿Te suena familiar la idea de que “un hijo une a las parejas”?

Tal vez hayas escuchado que la llegada de un bebé puede “arreglar” una relación. La verdad es que, si ya había problemas antes del bebé, lo más probable es que estos se intensifiquen. Por eso, si sientes que hay cosas en tu relación que podrían mejorar, es un buen momento para abordarlas antes de dar este paso tan importante.

¿Cómo podemos prepararnos como pareja para la llegada de un hijo?

Hay tres pilares clave que pueden ayudarte a fortalecer tu relación para convertirse en padres.

1. La relación antes del bebé marca la diferencia

¿Qué tan sólida sientes que es tu relación ahora? Las parejas que se comunican bien y tienen un vínculo fuerte antes del nacimiento tienden a mantener esa conexión incluso después de la llegada del bebé. Sin embargo, si ya hay tensiones o problemas sin resolver, estos pueden complicar la adaptación a la nueva etapa. Trabajar en esos aspectos antes de que nazca el bebé puede ser la mejor inversión para el bienestar de toda la familia.

2. Distribuir las tareas: ¿Cómo se reparte el trabajo en casa?

Uno de los mayores desafíos para muchas parejas con la llegada de una hija es la distribución de las tareas, tanto en el hogar como en la crianza. ¿Alguna vez te has sentido frustrada porque sientes que todo el peso de las responsabilidades recae en una sola persona? Esto es común, pero también se puede evitar. Es importante que ambos tengan expectativas claras y realistas sobre quién hará qué.

Por ejemplo, en las parejas heterosexuales, es común que la madre asuma más tareas de crianza, especialmente en los primeros meses. Esto no solo se debe a la lactancia, sino también a cómo está organizada nuestra sociedad, con los permisos postnatales más largos para las madres. Sin embargo, para que la relación de pareja se mantenga satisfactoria, es fundamental que el padre tome un rol activo. No solo en el cuidado del bebé, sino también en apoyar a la madre y crear un ambiente donde ella pueda centrarse en el bebé sin sentirse sobrecargada.

3. El apoyo emocional: ¿Sientes que puedes contar con tu pareja?

El apoyo emocional es, quizás, el pilar más importante. Tener un hijo puede ser abrumador en muchos momentos, y sentir que tu pareja está ahí para ti, no solo para cuidar al bebé, sino también para escucharte, acompañarte y apoyarte, hace una gran diferencia. ¿Te has detenido a pensar cómo se están apoyando mutuamente? El simple hecho de estar presente, escuchar sin juzgar y ofrecer palabras de aliento puede cambiar la dinámica de la relación y fortalecer el vínculo en esta etapa.

Trabajar en la relación es trabajar por el bienestar de tu hijo e hija

Al final, cuidar la relación de pareja es también una manera de cuidar a tu hija. Al crear un entorno amoroso y estable entre ustedes, están creando un hogar emocionalmente seguro para su pequeña criatura.

En el Centro de la Sexoafectividad, te ofrecemos un espacio donde tú y tu pareja pueden fortalecerse como equipo antes de la llegada del bebé. No se trata solo de ser buenos padres, sino de apoyarse mutuamente en esta nueva etapa. Si quieres prepararte emocionalmente y cuidar tu relación, te invitamos a agendar una sesión con nosotros. [Reserva tu sesión aquí]

Porque ser buenos compañeros es, en definitiva, el primer paso para ser buenos padres.

*En este blog se varía entre pronombres femeninos y masculinos al azar.

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